Han pasado ya varios meses desde que escribí sobre el proyecto Del Cloro a la Biodiversidad impulsado por el Real Jardín Botánico de Córdoba. Desde entonces, mi atención estuvo centrada en desarrollar la tienda de kokedamas y jardines verticales. Pero nunca dejé de pensar en este proyecto. Tenía muchas ganas de retomarlo. Porque más allá de los musgos y las raíces, esta iniciativa representa algo mucho más profundo: una puerta al futuro de nuestras ciudades.
Recientemente, el Diario Córdoba publicó un nuevo artículo donde se destaca la evolución de esta propuesta pionera. Lo puedes leer aquí:
👉 “Córdoba naturaliza sus fuentes urbanas para que sirvan de refugio a fauna y flora” – Diario Córdoba
El artículo pone en valor algo que muchas veces pasa desapercibido: el papel crucial de las fuentes urbanas como refugios de biodiversidad. Lugares que antes solo contenían agua clorada —y muchas veces vacía de vida—, hoy se han transformado en auténticos ecosistemas urbanos llenos de vida, belleza y valor educativo.
Y aquí es donde quiero aportar mi visión personal.
Una transformación que no solo es técnica, es cultural
Lo que está ocurriendo en el Real Jardín Botánico de Córdoba no es solo un cambio en la gestión del agua, es un cambio en la forma de entender nuestro entorno. Es la demostración de que, con voluntad y conocimiento, podemos convertir espacios estériles en nodos de biodiversidad. Pero esto no lo logra una institución en solitario. Necesita de nosotros. De ti, de mí, de quienes habitamos esta ciudad.
Es necesario recuperar el vínculo con la naturaleza que a veces olvidamos en la rutina diaria. Por eso, este proyecto me toca profundamente. Porque también en Misspora trabajamos desde lo botánico con ese mismo espíritu: transformar espacios y conciencias, una planta a la vez.
Del agua clorada al renacer de los ecosistemas
¿Sabías que hoy en las fuentes del Jardín Botánico puedes observar libélulas, crustáceos microscópicos, plantas oxigenantes y hasta ranas comunes? Todo eso ha sido posible gracias a la eliminación del cloro y a un rediseño ecológico que respeta los ciclos naturales.
La guía educativa publicada por el equipo del jardín es una joya: documenta la flora y fauna que ha comenzado a colonizar estos nuevos hábitats urbanos. Desde las algas del género Chara, hasta pequeños depredadores como las planarias o las hidras, el agua ya no está sola. Está viva.
¿Y ahora qué? Participar, compartir, replicar
Desde Misspora queremos invitarte a sumarte a esta transformación. ¿Cómo? Visitando el Jardín Botánico, difundiendo el proyecto, o incluso proponiendo nuevas fuentes para naturalizar en tu barrio. La ciudadanía tiene un papel clave. Y aunque a veces pensemos que una sola acción no cuenta, créeme: cuenta.
👉 Aquí puedes leer los artículos anteriores si quieres seguir el hilo completo:
Cerrando el círculo: desde Misspora, con raíces
Tras meses centrado en mi tienda de kokedamas, retomar este hilo ha sido como reencontrarme con la esencia de Misspora. Porque lo que ocurre en esas fuentes también puede inspirarnos a transformar nuestros espacios personales con plantas que regeneran, que purifican y que nos recuerdan que cada gesto cuenta.
🌱 Si te interesa crear un pequeño refugio de biodiversidad en casa, te invito a visitar nuestra tienda o a descubrir Sporaia, nuestro asistente botánico. La revolución verde también empieza desde dentro.
¿Y tú, qué fuente naturalizarías en tu barrio? Déjamelo en los comentarios o escríbeme por Instagram 👉 @miss.pora
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